domingo, 13 de diciembre de 2009

La Dulcería Millán

En Lambayeque existe, además del archiconocido King Kong, un dulce que a lo largo de 120 años de existencia, (sí, leyó bien ciento veinte años) se ha convertido silenciosamente en un referente gastronómico y turístico de la región, un manjar que con el paso del tiempo se ha vuelto en un verdadero "clásico" lambayecano.

Las Empanadas Millán, son únicas y no se encontrarán similares en ninguna parte, de allí lo especial de ellas que ha hecho que traspase las fronteras nacionales, llegando a países de Europa y Asia gracias a los lambayecanos que residen en estas regiones.

Compuestas por una masa suave, rellenas de manjar blanco y bañadas de una miel de azúcar, las Empanadas Millán son hechas por las manos de Teresa y Maruja Talledo, quienes han sabido mantener la receta que heredaron de varias generaciones atrás.

Más de un siglo y dos décadas después, el sabor, la preparación e incluso el horno en el que se preparan estas maravillas gastronómicas continúan vigentes como desde el primer día, siguiendo así la senda de la tradición y el legado que les ha correspondido llevar y que seguramente transmitirán a sus descendientes.

Hace un par de días visité y encontré a doña Maruja Talledo en su modesta, pero acogedora dulcería, atendiendo a un cliente quien nos acompañó en una breve conversación.

Si usted, estimado usuario de este blog, se le antoja una empanadita dulce, un alfajor, una santa clara, unos coquitos rellenos, unas cocadas, o algunas empanadas de carne, de pollo o de queso, no debe dejar de visitar La Dulcería Millán, ubicada en la Calle Grau 115, Lambayeque. Atienden de Lunes a Domingo, pero le recomendamos los días sábados, día en el que se llenan los aparadores y vitrinas con todos los productos que las hermanas Talledo elaboran.







miércoles, 28 de octubre de 2009

Una vuelta por Pimentel

Durante años dejé de ir a Pimentel porque me mudé a otra ciudad y cuando regresé me di con la grata sorpresa que aquel pampón baldío que se ubicaba al final del malecón se había convertido en un lindo boulevard donde se ofrecen los más exquisitos potajes marinos.

Hay para todos los gustos, cada local cuenta con una variada carta y hay restaurantes para escoger, tiene un amplio estacionamiento y una vista al mar espectacular.

Dese una vuelta, pruebe un cebichito y refrésquese con alguna bebida disfrutando del sol, la vista y la buena sazón de Pimentel.

IMPORTANTE: SI TOMA, NO MANEJE.




martes, 27 de octubre de 2009

Pimentel: sol, arena, focos y piratas.

Hoy recorrí brevemente la playa mientras me dirigía a los restaurantes del malecón para realizar una nota para este blog y me percaté de varias cosas que no puedo dejar de mencionar. Algunas me gustaron, otras, definitivamente, NO.

Entre las primeras pude ver un par de familias remojándose y divirtiéndose en la orilla del mar, el día estaba soleado y tranquilo, vi un erizo de mar en la arena y también un pirata!! (Pueden ver las fotos sino me creen).

Sin embargo, la parte que no me gustó fue darme cuenta que la playa se encuentra muy sucia (vean también las fotos). Ojalá las autoridades se pongan las pilas ya! y no esperen a que más gente llegue y se encuentren, entre otras cosas, con cajas de leche, bolsas, envases de tecnopor y focos quemados en la arena. Sí, ¡¡FOCOS!! Y ojalá que los usuarios y visitantes no arrojen sus desperdicios en la arena, el mar o la calle, busquen un depósito o guarden sus deshechos en una bolsa y llévenla hasta donde vean un tacho y deposítenla allí.

Punto Extra: El señor vestido de pirata se llama Luis Aliaga Barack, me pidió que pusiera su nombre por si algún familiar residente en Lima lo puede reconocer, a él le gustaría que se pusieran en contacto con él. Trabaja en La Proa como jalador por si alguien lo reconoce, sino, pueden ponerse en contacto con este blog a: enplatohondo@hotmail.com









miércoles, 21 de octubre de 2009

Juanita Zunini y El Cántaro.

El Cántaro es el lugar que ha cultivado el arte de preparar la más exquisita comida lambayecana y al que le tengo un especial cariño, sobretodo, porque me recuerda algunos momentos de mi niñez en los que me veo devorando un buen plato de cabrito combinado, que a la postre, resultaría siendo uno de mis platillos favoritos.

Durante 34 años Juanita Zunini, propietaria y cocinera del Cántaro, ha deleitado nuestros sentidos con una festividad de aromas y gustos que han nacido de la combinación de los maravillosos ingredientes que poseemos en esta tierra y de sus manos, de su esfuerzo y de su amor por la cocina lambayecana.

Juanita nos cuenta hoy de sus proyectos, de su trayectoria y, por supuesto, de su vida: El Cántaro. (www.restaurantelcantaro.com)